La Columna

February 1, 2022

"Del Amor al Dolor de Cabeza"

"Del Amor al Dolor de Cabeza"

Por:

Lcda. Vivian Santiago Trinidad

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lcda.santiago.trinidad

Eso es justo lo que sucede cuando una maestra se gradúa y firma su primer contrato de empleo. Aprovechando esta primera oración, les recuerdo que no tiene que existir un contrato de empleo por escrito para que exista la relación patrono – empleado y las responsabilidades legales que ello conlleva. Regresando al tema, es en ese momento en el que ella dice “I do!”, que le da el sí a su trabajo, que ese amor se convierte en un amor casi incondicional, o sea, en un dolor de cabeza que no hay medicamento que lo cure. Decidir ser maestra es uno de los actos de amor más Top, Top, Top que existe. ¡Literalmente! No tiene garantía legal de un salario mínimo, a una compensación por trabajar horas extra, no tiene derecho al periodo de tomar alimentos, a licencia por vacaciones o enfermedad, ni derecho al día de descanso. Ésto lo deja súper claro el Reglamento Núm. 13 del Departamento del Trabajo y Recursos Humanos, el Código de Regulaciones Federales (29 C.F.R. 541), la Ley Núm. 180 - 1998, Ley Núm. 379 – 1948, la Ley Núm. 289 – 1946, entre otras. A pesar de ésto, las maestras dan su todo, sacan de lo poco que tienen para comprar decoración para el salón, chucherías para las estudiantes, para vestirse para los miles de embelecos que tienen las escuelas, etc. Aquí en Puerto Rico el acto del verbo “amar” de las maestras es el sinónimo de “aguantar”. Sí, aguantar vivir al centavo, aguantar trabajar casi 24-7, aguantar no enfermarse, aguantar padres, madres y estudiantes que no respetan su profesión. Es triste porque fácilmente podemos estipular que ésto lo sabemos todos y hace mucho tiempo, entonces, ¿Por qué los legisladores y legisladoras de este país nunca han atendido efectivamente esta situación? Si la educación es la mayor riqueza que un país puede tener, por qué no tenemos miles de billboards en las carreteras sobre los logros de las maestras y las estudiantes. ¡Ah, ya sé, es que la educación no está de moda! Cuando lo esté “se venderán medio millón de copias obligao’” y podremos hablar de que al fin tenemos un Puerto RICO.